La batalla de las cápsulas

18.05.2011 15:00

EL PERIÓDICO - Sara Lee (Marcilla) y Nestlé (Nespresso) están a punto de iniciar una doble batalla --legal y comercial-- por ser el protagonista de uno de los pequeños placeres del día a día: el café. La firma ha lanzado al mercado monodosis compatibles con las máquinas de Nespresso, lo que, a ojos de la multinacional suiza, implica una violación de sus patentes. De momento, no han presentado la demanda, pero Marcilla asegura que, en solo siete días, súper e híper le han solicitado 16 millones de cápsulas.

 

No es un asunto baladí, pues hay en juego un mercado hasta ahora casi monopolístico y, cómo no, mucho dinero encima de la mesa. Nespresso facturó 2.530 millones en todo el mundo el pasado año (España es uno de sus tres mercados más importantes), y Marcilla sabe que puede conseguir parte de ese pastel ofreciendo sus monodosis un 14% más baratas. Esos 16 millones de cápsulas en pedidos representan 5 millones de facturación en solo una semana. "Es un mercado muy apetitoso para cualquier marca", explica el profesor de la facultad de Derecho de Esade, Mario Sol Muntañola. Según Kantar Worldpanel, en España hay 1,5 millones de consumidores de este tipo de cafés (el triple que hace dos años).

 

Según las mismas fuentes conocedoras del conflicto, Nespresso podría pedir la suspensión cautelar de la venta del producto de Marcilla, aunque es poco probable que sea aceptada. El proceso puede alargarse tres años. "Nespresso no ha sido imitado y es imposible de imitar", dice la firma, que defiende que sus máquinas "han sido diseñadas para interactuar con la cápsula original de aluminio".